"Buenas tardes y bienvenidos a este acto solemne del IES Juan de la Cierva, en el que otro año más vamos a entregar nuestro título de Bachiller de Honor a una persona de Totana, a uno de nuestros vecinos que, aunque no haya tenido la oportunidad ni nosotros el honor de que haya sido alumno de este instituto, sí que ha demostrado con su talento, su capacidad creadora y su trayectoria vital, el que es una persona digna de admirar y a quien proponemos como referencia a nuestros alumnos actuales y a la sociedad de Totana.
Esta es la cuarta vez que el claustro de profesores del IES Juan de la Cierva, otorga un título de Bachillerato de Honor: el Tío Juan Rito trovero centenario y hombre vital, Juana Serrano poetisa delicadísima y pintora de la tierra, o Mariquita la de la Fonda maga de los fogones y superviviente nata, han sido nuestros anteriores Bachilleres enseñados por la escuela de la vida.
Hoy queremos presentar ante todos vosotros, ante los estudiantes que estáis a punto de terminar vuestros estudios de Bachillerato, ante los miembros del claustro de profesores presentes, a un hombre de una cantidad de recursos más que sorprendente, de una inteligencia natural creo que sobredotada, de una capacidad creativa, de prospección, de observación, de invención… que a mí personalmente me ha dejado perplejo. Se trata de Joaquín Castillo López; probablemente algunos le conozcáis por Joaquín el de la barbería en la calle del Pilar; otros habréis oído hablar de él como de Joaquín el de las Cabañuelas. Y este último aspecto de sus habilidades es el que nos llamó la atención a los profesores para decidir distinguirlo con el Bachillerato de Honor. Sin embargo, al conocer más de cerca a este hombre hemos podido conocer toda una avalancha de facetas, recursos y capacidades que desconocíamos en Joaquín.
Nació Joaquín Castillo en Archivel, una pedanía del campo de Caravaca. Desde muy pequeño fue una persona despierta, dispuesto a aprenderlo todo, a conocerlo todo, a trabajar intensamente; los maestros le hablaban a su padre de su capacidad, pero las necesidades eran muchas y el muchacho no pudo prácticamente ir a la escuela porque había que ayudar en casa, en el campo. A los 12 años la familia se traslada a la finca de los Giles, en el término municipal de Lorca, pero muy cerca de Totana. Allí continúa ayudando a la familia, pero su padre que piensa que el campo es muy ingrato y duro para ganarse la vida, ha decidido que la profesión de sus dos hijos habría de ser la de sastre y la de barbero. Su hermano comienza como aprendiz de barbero, pero pronto abandona el oficio porque no le gusta; Joaquín verá en ello una oportunidad y retoma la actividad que su hermano había dejado, entrando como aprendiz en la barbería de Juan María, que estaba junto al Casino. Allí aprendió el oficio y, después del servicio militar, lo va a desempeñar en Barcelona; después al comienzo de 1980 abrirá su barbería en Totana, primero en la Avenida de Santa Eulalia y después donde la tiene todavía, en la calle del Pilar, aunque ahora regentada por su hijo y su hija.
En Totana todos lo conocen por Joaquín el de las Cabañuelas, por su habilidad en el dominio de predecir el tiempo a través de la observación de la naturaleza, técnica que conoció de su padre pero que, según él mismo, mejoró y perfeccionó con aportaciones personales. También muchos conocíamos su habilidad en el trabajo del esparto, porque en la barbería o en su escaparate hemos visto curiosas piezas tejidas con una maestría absoluta. Nos habían hablado también de su afición a la caza, aunque no conocíamos sus inventos para poder capturar a las perdices vivas, para poder verlas y admirar su plumaje y luego soltartas tranquilamente y que puedan seguir volando y criando… Sin embargo lo que nos ha fascinado ha sido su faceta en el labrado de la piedra: nos hemos maravillado con su cadena de piedra tallada de una maestría genial, o los morteros de piedra de diferentes tamaños y con variados motivos decorativos… Nos ha sorprendido también su capacidad para dibujar que demostró desde muy chico, pues según el llevaba siempre a mano una libreta y un lápiz en el bolsillo, y dibujaba todo aquello que le llamaba la atención…
Hemos descubierto a Joaquín Castillo que, como un nuevo Ulises, es capaz de ingeniar, de crear, de aprender, de descubrir y de servirse de todo aquello que le rodea. Es un hombre propio del renacimiento, a quien todo le interesa y es capaz de buscar fórmulas para entender, para aprehender y para mejorar la naturaleza. Por todo eso, hoy os proponemos como Bachiller de Honor del IES Juan de la Cierva de Totana a Don Joaquín Castillo López, con todo lo que supone el tratamiento de "dominus", como persona respetable y modelo para los estudiantes de nuestro centro y para toda la ciudadanía de Totana.
Vamos a escuchar ahora las sabias palabras de nuestro director, Juan Manuel Martínez Pérez, que nos va a acercar todavía más a las capacidades de nuestro nuevo Bachiller de Honor."